domingo, 5 de octubre de 2008

De fotos por el Mercado de Santo Domingo







Nunca había estado en el Mercado de Santo Domingo de Pamplona hasta la pasada semana. Hasta el miércoles por la mañana. Fui con dos amigos de la Facultad y resultó ser una experiencia bonita.

Iba con el objetivo de obtener instantáneas de los diferentes puestos y para intentar reflejar también el ajetreo de la gente, tanto de los compradores como de los vendedores. Era, por tanto, una labor más complicada de lo que supuso la primera sesión fotográfica, ya que el árbol ni se movía ni ponía ningún impedimento para ser retratado.

Algunos tenderos no se quejaron al sentirse objetivo de mi cámara. Es más, en alguna ocasión parecían incluso posar. No sé si será casualidad o no, pero principalmente fueron las mujeres las que adoptaron esta postura. Otro colectivo, sin embargo, me lanzó miradas amenazantes y hubo quien llegó a reprocharme que le hiciera fotos. Como no era plan de buscar problemas en un territorio en el que tenía las de perder, no insistí con la gente que se sintió molesta. Dentro de este grupo está el hombre que capto en una de estas seis fotografías, que con un gesto serio parece querer salir de plano. No lo consiguió a tiempo.

Tras un par de horas dando vueltas por la zona y fotografiando cada rincón, salimos. La última foto que hice fue la que aquí aparece al final. En ella se ve el mercado desde una calle en obras. Llama la atención el señor que parece seguir la evolución de la excavación de forma tan interesada pero tranquila a la vez.

Cuando llegué a mi piso revisé en el ordenador todas las fotografías realizadas aquella mañana, ya que en la pequeña pantalla de la cámara no se pueden apreciar en todo su esplendor. Algunas presentaban primeros planos de alimentos que resultaban bastante apetecibles; también había las que daban una visión general del mercado; y otras, desgraciadamente, quedaban desfiguradas por una inoportuna intromisión de alguien en medio de la foto. Pero estas últimas eran minoría. Menos mal.

En definitiva, acabé contento con este segundo trabajo. Resultó una motivación extra saber captar el movimiento en el siempre concurrido Mercado de Santo Domingo.

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